SON
MIS MANOS
Son
mis manos las que, dulcemente,
las
tuyas aprietan para no dejarte
caer.
Las
que con amor te acarician,
y
las que te guían, cuando no
encuentras
el camino de vuelta.
Las
que a rabiar aplauden cada uno
de
tus éxitos, y las que te aconsejan
cuando
yerras.
Y
también son, las que se unen para
elevar
una plegaria por esta humanidad
que,
perdida, no parece saber qué rumbo seguir.
Rosa
Lázaro
© 2019