Conocemos las palabras y sabemos que, con ellas, mucho se puede hacer, es por eso que ante un folio, como lienzo en blanco, y armados con lápiz, pluma o teclado de ordenador, aspiramos al oficio de escritor.
Unas veces, fácil surge el verso, otras, en cambio, tarda un poco más. Poco importa, pues mientras desgranamos pensamientos y encontramos las palabras justas con las que expresarlos, nos imbuimos en un mundo casi perfecto, en el que todo, o casi todo, nos conduce a la felicidad.
No es fácil el oficio de escritor, pues, aunque muchas son las ideas, cantidad hay que saber de gramática, sintaxis....... y un extenso sinfín.
Pero de lo que no hay duda es que, ya sea con mayor o menor acierto, además de algún que otro error, cada escrito, cada verso.........cada libro, plasma el alma del autor.
Quizás, algún día, alguien nos lea, a buen seguro, le haremos pensar, y tal vez, haciendo suyas esas palabras escritas con tanto amor, decida que ya es tiempo de cambiar y resuelva que hora es........ de pasar a la acción.
No, no es fácil el oficio de escritor.
Rosa Lázaro
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