Nunca pensé que
pudiera a mi sucederme.
Tu mirada y tus gestos,
me han devuelto la nube,
sobre la que de tanto en
tanto volaba para así
recrear mis momentos
más felices.
Porque eso es la felicidad,
apenas instantes en los que
más dulce se torna la vida,
más cálida es la luz del día
y más serena la noche.
Todo es más, todo suma,
y doblemente se incrementa.
Nada resta.
Ni recuerdo el tiempo
transcurrido desde
la última vez que
así sentí.
Poco importa,
hoy es lo que cuenta,
ya que cuando menos
te lo esperas,
la vida te da sorpresas,
y traviesa te recuerda,
que nunca es tarde
si la dicha es buena.
07/09/2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario