Es otoño, suave viento, dulce sonido. Con
apenas un murmullo, de los árboles caen
las marchitas hojas y, delicadamente, a
sus pies se posan.
Es tiempo de recogimiento, de limpiar el
traje que nos protegerá del frío invierno.
Antes de que éste llegue, me siento
a contemplar este hermoso paisaje,
grabarlo quiero en mi memoria y en
mi retina para que me acompañe,
cuando los ojos cierro, cada una de
mis frías noches, y en mi soledad,
me reconforte.
Volveré a ver entonces, esa imagen
que hoy he contemplado rodeado de
montañas, desde allí arriba, en lo más
alto sentado.
Percibiendo, con todos mis sentidos,
esa querencia grata que en el valle
yace, feliz recuerdo, sin duda, de otros
momentos vividos.
Añoranza, tal vez, de algún que otro beso
compartido, del que casi puedo notar
su aliento, y ese sabor....
09/10/2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario